Imagenes del Santo Francisco de Asis

En su juventud no se interesó ni por los negocios de su padre ni por los estudios. Se dedicó a gozar de la vida sanamente, sin malas costumbres ni vicios. Gastaba mucho dinero pero siempre daba limosnas a los pobres. Le gustaban las románticas tradiciones caballerescas que propagaban los trovadores.

Cuando Francisco tenía como unos veinte años, hubo pleitos y discordia entre las ciudades de Perugia y Asís. Francisco fue prisionero un año y lo soportó con alegría. Cuando recobró la libertad cayó gravemente enfermo. La enfermedad fortaleció y maduró su espíritu. Cuando se recuperó, decidió ir a combatir en el ejército. Se compró una costosa armadura y un manto que regaló a un caballero mal vestido y pobre. Dejó de combatir y volvió a su antigua vida pero sin tomarla tan a la ligera. Se dedicó a la oración y después de un tiempo tuvo la inspiración de vender todos sus bienes y comprar la perla preciosa de la que habla el Evangelio. Se dio cuenta que la batalla espiritual empieza por la mortificación y la victoria sobre los instintos. Un día se encontró con un leproso que le pedía una limosna y le dio un beso. In his youth he was not interested nor business his father nor studies. He devoted himself to enjoy life healthily, without bad habits or vices. He spent a lot of money but always gave alms to the poor. He liked the romantic chivalric traditions that spread the troubadours.

When Francisco had about twenty years, there was strife and discord between the cities of Perugia and Assisi. Francisco was imprisoned a year and endured it joyfully. When he regained his freedom he fell seriously ill. The disease strengthened and matured his spirit. When he recovered, he decided to fight in the army. an expensive armor and a cloak that gave a shabbily dressed and poor gentleman was purchased. He stopped fighting and returned to his old life but without taking it so lightly. He devoted himself to prayer and after a while was inspired to sell all their goods and buy the precious pearl of which the Gospel speaks. He realized that the spiritual battle begins mortification and victory over instincts. One day he met a leper who asked for alms and kissed him.