Download Santo San Francisco de Asis APK latest version Free for Android
| Version | 1.0 |
| Update | 6 years ago |
| Size | 5.93 MB (6,213,105 bytes) |
| Developer | Jacm Apps |
| Category | Apps, Social |
| Package Name | com.jacmapps.SantoFranciscodeAsis |
| OS | 2.3 and up |
Santo San Francisco de Asis APPLICATION description
No se sabe con certeza cuántas iglesias en ruinas o deterioradas reconstruyó; entre ellas, a la que más estima tenía era la capilla de la Porciúncula (“la partecita”, llamada así porque estaba junto
a una construcción mayor).
Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión, probablemente el 24 de febrero de 1208, cuando escuchó estas palabras del Evangelio: No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos... (Lc., 10). Así, cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio. Después de someterse a las burlas de quienes lo veían vestido casi de trapos, ahora su mensaje era escuchado con atención, y al contrario de otros grupos reformadores de la época, el suyo no era un mensaje de descalificaciones ni anatemas.
En unos meses sus discípulos eran once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Bárbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Felipe y Giovanni de la Capella.
Bajo la pobreza que Francisco predicaba y pedía, los frailes hacían sus labores diarias atendiendo leprosos, empleándose en faenas humildes para los monasterios y casas particulares, y trabajando para granjeros. Pero las necesidades cotidianas hacían la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentaba con alegría por haber elegido el camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje evangélico, y para ello los estimuló a viajar de dos en dos. It is not known exactly how many ruined churches damaged or rebuilt; including the most esteem had was the chapel of the Portiuncula (the "small part", so named because it was next to a major construction).
It was there received the final revelation of his mission, probably February 24, 1208, when he heard these words of the Gospel: Do not take a purse or duffel bag, or sandals, or stop to visit acquaintances ... (Lk. 10). So, he changed his eagerness to rebuild churches by the austere life and preaching of the Gospel. After undergoing the mockery of those who saw him dressed almost rags, now his message was listened carefully, and unlike other reform groups of the era, his was not a message of disqualifications or anathemas.
In a few months his disciples were once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Barbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Philip and Giovanni of Capella.
Under the poverty that Francis preached and asked the friars did their daily work serving lepers, being used in humble tasks for the monasteries and private homes, and working for farmers. But the daily needs were collecting alms unavoidable, work joyfully encouraged Francisco for having chosen the path of poverty. He also began the expansion of the Gospel message, and it encouraged them to travel in twos.
Allí fue donde recibió la revelación definitiva de su misión, probablemente el 24 de febrero de 1208, cuando escuchó estas palabras del Evangelio: No lleven monedero, ni bolsón, ni sandalias, ni se detengan a visitar a conocidos... (Lc., 10). Así, cambió su afán de reconstruir las iglesias por la vida austera y la prédica del Evangelio. Después de someterse a las burlas de quienes lo veían vestido casi de trapos, ahora su mensaje era escuchado con atención, y al contrario de otros grupos reformadores de la época, el suyo no era un mensaje de descalificaciones ni anatemas.
En unos meses sus discípulos eran once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Bárbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Felipe y Giovanni de la Capella.
Bajo la pobreza que Francisco predicaba y pedía, los frailes hacían sus labores diarias atendiendo leprosos, empleándose en faenas humildes para los monasterios y casas particulares, y trabajando para granjeros. Pero las necesidades cotidianas hacían la colecta de limosna inevitable, labor que Francisco alentaba con alegría por haber elegido el camino de la pobreza. Comenzó también la expansión del mensaje evangélico, y para ello los estimuló a viajar de dos en dos. It is not known exactly how many ruined churches damaged or rebuilt; including the most esteem had was the chapel of the Portiuncula (the "small part", so named because it was next to a major construction).
It was there received the final revelation of his mission, probably February 24, 1208, when he heard these words of the Gospel: Do not take a purse or duffel bag, or sandals, or stop to visit acquaintances ... (Lk. 10). So, he changed his eagerness to rebuild churches by the austere life and preaching of the Gospel. After undergoing the mockery of those who saw him dressed almost rags, now his message was listened carefully, and unlike other reform groups of the era, his was not a message of disqualifications or anathemas.
In a few months his disciples were once: Bernardo di Quintavalle, Pedro Catani, Gil, Morico, Barbaro, Sabatino, Bernardo Vigilante, Juan de San Constanzo, Angelo Tancredo, Philip and Giovanni of Capella.
Under the poverty that Francis preached and asked the friars did their daily work serving lepers, being used in humble tasks for the monasteries and private homes, and working for farmers. But the daily needs were collecting alms unavoidable, work joyfully encouraged Francisco for having chosen the path of poverty. He also began the expansion of the Gospel message, and it encouraged them to travel in twos.
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