San Francisco

Visitaba y servía a los enfermos en los hospitales. Siempre, regalaba a los pobres sus vestidos, o el dinero que llevaba. Un día, una imagen de Jesucristo crucificado le habló y le pidió que reparara su Iglesia que estaba en ruinas. Decidió ir y vender su caballo y unas ropas de la tienda de su padre para tener dinero para arreglar la Iglesia de San Damián. Llegó ahí y le ofreció al padre su dinero y le pidió permiso para quedarse a vivir con él. El sacerdote le dijo que sí se podía quedar ahí, pero que no podía aceptar su dinero. El papá de San Francisco, al enterarse de lo sucedido, fue a la Iglesia de San Damián pero su hijo se escondió. Pasó algunos días en oración y ayuno. Regresó a su pueblo y estaba tan desfigurado y mal vestido que las gentes se burlaban de él como si fuese un loco. Su padre lo llevó a su casa y lo golpeó furiosamente, le puso grilletes en los pies y lo encerró en una habitación (Francisco tenía entonces 25 años). Su madre se encargó de ponerle en libertad y él se fue a San Damián. Su padre fue a buscarlo ahí y lo golpeó y le dijo que volviera a su casa o que renunciara a su herencia y le pagara el precio de los vestidos que había vendido de su tienda. San Francisco no tuvo problema en renunciar a la herencia y del dinero de los vestidos pero dijo que pertenecía a Dios y a los pobres. Su padre le obligó a ir con el obispo de Asís quien le sugirió devolver el dinero y tener confianza en Dios. San Francisco devolvió en ese momento la ropa que traía puesta para dársela a su padre ya que a él le pertenecía. El padre se fue muy lastimado y el obispo regaló a San Francisco un viejo vestido de labrador que tenía al que San Francisco le puso una cruz con un trozo de tiza y se lo puso. He is visiting and serving the sick in hospitals. Always he gave his clothes to the poor, or the money he had. One day, an image of Christ crucified spoke to him and asked him to repair your church that was in ruins. He decided to go and sell his horse and some clothes shop his father to have money to fix the church of San Damiano. He arrived there and the father offered her money and asked permission to stay and live with him. The priest told him yes could be there, but I could not accept his money. San Francisco's father, after learning what had happened, went to the church of San Damiano but hid her son. He spent a few days in prayer and fasting. He returned to his village and was so disfigured and badly dressed people who mocked him as if he were a madman. His father took him to his house and beat him furiously, put his feet shackled and locked him in a room (Francisco was then 25 years). His mother took care of him go and he went to San Damiano. His father went to look around and hit him and told him to return home or to renounce his heritage and will pay the price of the dresses had sold his shop. San Francisco had no problem giving up the inheritance money and dresses but said he belonged to God and the poor. His father forced him to go with the Bishop of Assisi who suggested he return the money and trust in God. San Francisco returned at that time he was wearing clothes to give to his father and that he belonged to him. The father was very hurt and Bishop gave to San Francisco on an old garment Labrador that San Francisco had placed a cross with a piece of chalk and put it on.